jueves, 19 de febrero de 2009

EN ESTOS DIAS OSCUROS


El Maestro Jesús nos Acompaña


Aunque los días son oscuros el Señor nos ha privilegiado, con su honrosa presencia, alumbrándonos como el sol del mediodía para poder continuar el camino con el mandato divino en este mundo de sufrimiento y pena.


Su majestuosa presencia brilla en mi alma, dando luz y esperanza a mi corazón lleno de dolor, tornándose en alegría, porque estando él, todo reluce como si fuera de día.


Tu eres, mi consuelo y guía, todo lo conviertes en esplendor y, me animas para ser lucero y guía de España.


En la soledad de mi pesar me reconfortas, dándome fuerzas y me retratas, como tu espejo y me confías tus pasos certeros en esta andadura final.


Cuando estoy ante ti, vibra todo mi ser de conocimiento y gozo. Se desvanece el dolor, que nos infringe esta humanidad estéril y desdichada.


Mi cuerpo se convierte en fuente de luz y de amor, hacia el Supremo Hacedor.


Mi Amor, sin tu sostén y cura, se haría una larga e interminable espera.


El Precursor de Jesús .





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