La desfachatez y corrupción de algunos personajes que están cercanos o ligados al poder no tienen límites.
Ni se cortan en absoluto en mostrarse intachables defendiendo su honor y honradez pisando los derechos y bienes de los demás-
Se pavonean con verdadero cinismo de ser un ejemplo de lealtad a la Corona y así mismos pero se afanan en apropiarse de lo ajeno con asombrosa soltura y desfachatez e impunidad
Se presentan como sujetos honestos y responsables de sus cargos cuando en realidad dichas prebendas ni si quiera las conocen ni de oídas.
Todo su talento es dedicado a exhibirse ante los demás, como irreprochable e inquebrantable paladín del honor y la lealtad, cuando en verdad es todo lo contrario a una conducta ejemplar de un autentico y honorable caballero.
Sus declaraciones por suerte o desgracia son poco convincentes bajo unos hechos muy deplorables e irresponsables y muy evidentes que merecen castigo. En lugar de concederle ciertos privilegios no merecidos, que al resto de los mortales no les son permitidos obtener.
Pero así es nuestra querida España, lo malo lo convierte en bueno y sano, lo bueno en malo e insano. Pero es cierto, muy cierto que a todos estos individuos, como la fruta podría será desechada del árbol, puesta en la boca de Lucifer para su consumo, así es, así será para toda la eternidad.